Como director y fundador de la Colegiata Marsilio Ficino y de la revista Symbolos y su anillo telemático, quiero presentar este nuestro blog oficial de la Colegiata, que esperamos sea ágil y dinámico pese a la profundidad del pensamiento que le es inherente. Lo hacemos también con el Teatro de la Memoria, una nueva manera de percibir lo ilusorio y la ficción que uno puede vivir trabajando en el laboratorio de su alma e intelecto, lo cual es una novedad ya presentida en el tratamiento de la cosmovisión y su representación teatral. Por lo que deseo a esta forma de expresión del Arte –que sin embargo tiene precedentes ilustres– la mejor de las andaduras y el mayor éxito.
Federico González

lunes, 23 de febrero de 2009

Los Misterios de Eleusis

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Leemos en la Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha:

“...siendo Delfos el centro de toda Grecia, el ómphalos (ombligo), sostén de la unidad de los pueblos que la conformaban, mientras que Eleusis y otros santuarios análogos eran su corazón, como depositarios y transmisores de los Misterios, en los que se hallan también los orígenes sagrados del teatro, pues ellos constituían la representación de las hazañas de los dioses y los hombres en el cumplimiento de aquél destino que tiene por modelo la consecución de la plenitud que corresponde a su Identidad Suprema. Son los misterios de Dionisos-Baco, vinculados con los Órficos, anteriores, y traducidos posteriormente en la epopeya del alma del hombre y del mundo recreada en los de Eleusis.”

Poco ha llegado hasta nosotros referente a los Misterios eleusinos, salvo que en ellos se ritualizaba el relato mítico de Deméter y su hija Perséfone, la cual es raptada mientras recoge flores en la pradera, arrebatada por el dios Hades al inframundo, reino al que Deméter acudirá en su búsqueda y para lo que contará con la ayuda del dios Hermes, guía irremplazable en tales tránsitos. Se trata pues de la dramatización de un descenso a los infiernos análogo al descenso de Orfeo tras su amada Eurídice y análogo al viaje iniciático, arquetípico, que describe la imprescindible muerte, anterior al nacimiento del hombre nuevo.

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No es otro el origen, la esencia del teatro. ¿Cómo serían esos Misterios? se preguntan los estudiosos, se pregunta uno mismo. El lastre de la imaginería convencional y común posiblemente nos embota con solemnes movimientos de túnica, y unas envaradas recitaciones “trascendentales”. Si conseguimos desprendernos de estas imágenes -producto tal vez de algún centro dramático de raigambre-, nos daremos cuenta de que dramatizar el verdadero y total desapego tiene que ver con experimentar la certeza de que no hay salvación para lo dual, para lo particular. Éste es el descenso a los infiernos, el despojamiento sin contrapartida, nada que ver con la autocompasión que secretamente se complace emocionando al espectador interno y al externo. Atravesando la auténtica soledad del “más negro de los negros”, quedan abolidas las máscaras, incluso la que puede llegar a constituir un lenguaje correctamente aprendido.

Mientras tanto aseguran prestigiosos investigadores que el poder iniciático de los misterios eleusinos procedía de la ingesta del kykeon, un agente “psicoactivo” o “psicodélico” responsable de la visión de ciertos estados espirituales, pero por el momento los análisis sobre esta cebada parasitada por el hongo cornezuelo, no arrojan todavía resultados concluyentes que certifiquen la efectividad de los misterios...

Por nuestra parte no ponemos en duda que al igual que en otras tradiciones estos ritos se ayudaran de ciertas drogas, pero acreditar sólo en ellas sería olvidar el poder efectivo del rito, la catarsis que conlleva el símbolo en movimiento, la realización a través del Teatro.

A.G.

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Anunciamos que en breve podrá visualizarse en youtube la obra teatral En el Útero del Cosmos de Federico González, en varios fragmentos a través de links desde este mismo blog.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como lector del blog, agradezco mucho esta bella e inspiradísima entrada cargada de enseñanzas muy profundas.