Nos es muy grato anunciarles el estreno de la obra teatral Lunas
Indefinidas de Federico González Frías, que tendrá lugar en el Teatro de Cámara
de la Colegiata los días 9 y 16 de mayo (segundo y tercer sábado de dicho mes),
a las 19.00 horas.
Ahí van algunas escenas de la
obra junto con una selección de textos.
Lunas Indefinidas es una obra en dos actos sobre el itinerario vital
hacia el conocimiento de la realidad más allá de lo tangible.
La acción discurre en una “Escuela de Conocimiento”, un ámbito extraño y
familiar a la vez entre lo docente y lo sanitario en el que penetramos de la
mano de la actriz que inaugura la representación, quien, como el dios Jano,
posee las llaves que abren y cierran sus accesos.
Varios son los "posibles candidatos" que llaman a
la puerta de la Escuela deseando seguir sus "métodos", y éstos son
enfrentados invariablemente a un espejo, a ellos mismos, evidenciando su
ignorancia y sus errores, los que se expresan a través de la vanidad, el amor
propio y a veces también la maledicencia; en definitiva, un carácter dual al
que quieren y no quieren desenmascarar, trascender. Trascender aquello que nos
empeñamos en entender por realidad y que, en palabras de uno de los profesores
del centro, "no es más que una sucesión de anécdotas más o menos ordenadas”... En verdad,
"la idiotez de la gente es el componente más grande de lo que llama la
realidad".
Lunas Indefinidas es una obra emparentada
con el Teatro del absurdo en cuanto crea situaciones que no siguen una línea
lógico-racional al mismo tiempo
que abre posibilidades de concepción ligadas con lo misterioso y verdaderamente
poético.
PRIMER ACTO.
Espartana – ¿Qué son los símbolos? Los símbolos manifiestan, por lo que es difícil dar una respuesta concreta a que es lo que son. Por otra parte aquí se nos enseña que son polivalentes, o sea, que podrían estar expresando una cosa o su opuesta, de hecho, según en qué plano se consideren cambia la valorización, por ejemplo, un ojo en un contexto médico puede ser una enfermedad oftalmológica, más en un escenario teológico es el ojo de Dios que todo lo ve. Pero éste es sólo un ejemplo, y por lo tanto tan malo y limitado como estos suelen ser.
Luego está el hecho de que ellos, los símbolos, que expresan lo que son las cosas, resultan ser una escala hacia el No Ser, pues todo lo que de alguna manera es, sólo es una expresión de algo que no era hasta el momento de su manifestación. (…)
Por otra parte, el comprender estos misterios es abrirse un camino en el Conocimiento de lo que somos, de nuestra propia identidad. ¿Cómo puede entenderse todo esto? ¿Qué significan verdaderamente estas palabras? Y además ¿cómo pueden ser tan embriagadoras, al punto de convencernos e incluso dar sentido a nuestra vida? (…)
¿Cómo puedo explicar mi situación? ¿a qué atribuir todo lo que obviamente me ha sucedido? ¿qué significa ser luz? ¿a dónde voy si ni siquiera sé donde estoy? Aunque sí lo sé. Conozco perfectamente lo que he hecho, y hago. Cumplo una función. Como el Dios Jano, que presidía el año entre los romanos, abro y cierro estas puertas al solsticio de verano y de invierno, a los que llegan y a los que se van. Por eso el dios del año se representaba con dos caras y con unas llaves, como éstas, las que abren y cierran las puertas del tiempo. ¡Imagínese el papel que me ha tocado cumplir! (…)
(Se oye que tocan la puerta. Sale Espartana un segundo del escenario y se escucha su voz en off saludado a Adán).
Espartana – (…) Pase, pase, lo estaba esperando.
(…)
Espartana – No me parece que vaya a tener ningún problema.
Adán – Le agradezco las molestias que se ha tomado por mí.
Espartana – No tiene nada que agradecerme. Me alegro mucho de haber podido serle útil.
Adán – He recibido ya tantas atenciones...
Espartana – El profesor se siente feliz en poder ayudarlo.
(…)
Espartana – Usted necesita serenidad, y una breve preparación antes de poder presentarse al aula Magisterial.
Adán – Seguiré fielmente las indicaciones que el profesor me sugiera.
Espartana – Eso es. Nosotros necesitamos la colaboración del estudiante. (…) Póngase cómodo, como si estuviera en su casa. En seguida le mando a la enfermera para que vaya llenando la ficha. Discúlpeme.
(...)
Enfermera – ¿Ha pasado mucho tiempo desde la última revisión?
Adán – Dos años, más o menos.
Enfermera – ¿Cuál fue el resultado de esa revisión?
Adán – Satisfactorio.
Enfermera – ¿Durante el lapso ha sentido algún malestar físico, ha notado alguna disminución en su salud? Debe saber que no aceptamos ni jorobados ni enanos. ¿Usted se ha sentido así? ¿No ha perdido la memoria?
Adán – No he sentido nada.
(…)
Enfermera – ¿De niño se orinaba en la cama?
Adán – En fin, creo que sí, y siento simpatía por los jorobados y los enanos.
Enfermera – Aguarde un momentito que ahora pasará a verlo la Doctora Ester.
(...)
Adán – Usted dirá en qué
puedo serle útil.
Doctora
Ester
– Solamente platicaremos un rato.
Adán – Estoy a su
disposición.
Doctora
Ester
– ¿Cómo nació en usted la idea de interesarse por la enseñanza?
Adán – Es un poco largo de
contar.
Doctora Ester –
Empecemos por el principio: (…)
Doctora
Ester
– Aquí no se trata (…) de cambiar sino de mutar, de ser mutante, de transmutar.
¿Ha oído hablar alguna vez del Pájaro de Fuego?
Adán – Sí, el ballet de
Rimski-Korsakov que se estrenó en París...
Doctora
Ester
– ¡No, el auténtico Ave Fénix! El mito del Ave Fénix, el pájaro que renace del
fuego de sus propias cenizas.
(…)
Doctora
Ester – ¿Nunca ha pensado que somos un
experimento?
Adán – ¿Qué?
Doctora
Ester –
Sí, que usted y yo formamos parte de un experimento que se escenifica aquí
mismo.
(…)
Doctora
Ester
– Dice Dante en la Divina Comedia al
iniciar el recorrido: "Dejad toda esperanza vosotros que entráis".
Adán – No tenga duda al
respecto. Lo que le estoy contando es la verdad sobre mi vida, todo lo que soy
y lo que tengo, y me da la impresión de que usted no está interesada, ¿es esto
posible?
Doctora
Ester
– De hecho lo que me está narrando son una sucesión de anécdotas más o menos
ordenadas a las que toma por la realidad de su vida. Y sólo acredita en ellas
porque así se lo han enseñado y porque la irrealidad del medio, compuesto de
individuos como usted se lo garantiza a diario.
(…)
Doctora
Ester –
(…) haré que usted tenga, en esta habitación, una conversación con dos de los
adeptos más recientes.
Adán – ¿De qué hablaremos?
Doctora
Ester
– De nada en particular. No es necesario que tome usted esta experiencia como
una prueba de laboratorio. Simplemente consienta en que transcurra la
conversación.
(…)
Doctora
Ester
– Adelante, señores. Les voy a presentar a nuestro aprendiz, señor Adán,
distinguido escritor de nuestro medio. Lo
introduzco a nuestros nuevos adeptos los licenciados Starter y Roxana.
Adán – Mucho gusto.
Starter – Mucho gusto.
(…)
Starter – Estábamos comentando
casualmente con la licenciada Roxana, nuestra última partida de panludo ¿Usted
juega?
Adán – ¡Tengo pasión por
esa ciencia!
Starter – Es una suerte. Así
podrá participar de nuestras veladas.
Roxana – Realmente, como
usted dice, el panludo es una ciencia.
Adán – Yo soy un devoto y
apasionado cultor de ese juego, pero no vayan a creer ustedes señores, que soy
un virtuoso... simplemente un mero aficionado... Es más, diría que no entiendo
con exactitud de qué se trata verdaderamente.
Roxana – ¿Es usted su pie?
Adán – No.
Starter – ¿Es usted su mano?
Adán – No.
Roxana – ¿Es usted su riñón?
Adán – ¿Me está usted
tomando el pelo? No.
Starter – ¿Es usted su sexo?
Adán – ¡No!
Roxana – ¿Acaso es usted su
hígado?
Adán – ¡No!
Starter – ¿Y si no es su pie,
ni su mano, ni su riñón, ni su sexo, ni su hígado, entonces qué carajo es? ¿Un
simulacro?
(…)
Adán – ¿Simulacro?
Roxana – No es tan importante
ser un gran jugador sino comprender la profunda jerarquía intelectual que este
juego posee, eso es ser un gran jugador de panludo.
(…)
SEGUNDO ACTO
Chuleta –
¿Por qué viene a verme?
Poof –
Hace cinco años que espero mi oportunidad. Me siento exiliado. Soy un exiliado.
Chuleta – (Mientras anota) Todos somos exiliados.
Poof –
¿No le parece extraño, profesor?
Chuleta –
No, de ninguna manera. Una señora que traté murió hace dos años de ausencia.
Poof –
¿De ausencia, profesor?
Chuleta –
Sí, de ausencia.
Poof –
¿Pero esa es otra enfermedad?
Chuleta –
Sin duda. Los tratamientos son distintos pero considere, señor, que nuestro
mundo es una inmensa red de analogías.
Poof –
Interesante, interesante. Pero saber eso no alivia mi exilio.
Chuleta –
No señor, usted justamente, está exiliado de esas analogías.
(…)
Chuleta –
(…) Sócrates, según el filósofo Platón decía de sí mismo que él era una
partera, pues daba a luz nuevos seres. Y atienda al simbolismo: dar a luz,
iluminar, hacer que se nazca de nuevo.
Poof –
¿Cómo se logra esto?
Chuleta –
Desde luego, muriendo primero. Morir,
sí.
Poof –
¿Cómo morir?
Chuleta –
En este camino se muere y se renace a cada rato y hay que tomar decisiones todo
el tiempo. Esto se hace aboliendo todas las imágenes mentales. Llegando al
vacío absoluto, a la Nada, a no ser ni esto ni aquello, ni lo uno, ni lo otro.
A no identificarse con ninguna cosa. A no poder hablar, a ahogarse, a no
respirar, a no sentir miedo, ni lo contrario.
Chuleta –
¡Debe morir a todo, a cualquier sentimiento! ¿Creía que esto era el colegio de
Harry Potter? ¡Iluso! (Cambiando de tono)
Está pensando en un recorrido lineal, en ir adquiriendo conocimientos por su
esfuerzo, su comportamiento o su antigüedad, pero nuestro proceso es
fundamentalmente revulsivo y de ascenso vertical. Impecable, (con furia) ¡furioso! (cambiando, apacible) y sin embargo de
una gran serenidad.
(…)
Chuleta –
Tranquilícese, repose un poco, tenga bien alta su cabeza y repita junto
conmigo: Diga: He aprendido los primeros diez números de corrido. (Y lo repiten juntos).
Poof –
Veo un coro que me dice:
Coro –
¡Miserable, miserable...!
Poof –
¡Ayúdenme a salir de esta pesadilla grotesca!
Chuleta –
Está exiliado.
Poof –
¿Exiliado yo? No, estoy vivito y coleando. Y tiendo hacia la grandeza.
(…)
(Entra Hobbie)
Hobbie – ¿Cómo estás?
Chuleta –
Muy bien gracias. Nuestro adepto está en la depuradora.
Hobbie –
Bueno, yo me hago cargo ahora del aspirante.
Chuleta –
Está muy confundido.
Hobbie –
Es la única forma en que lo podemos arreglar todo de nuevo.
Chuleta –
Tiene un problema de identidad. Ha perdido la idea de espacio y tiempo y cree
que está en un 30 de febrero permanente.
Hobbie – No sea que se nos muera por ausencia.
Chuleta –
No, es un exiliado típico, un extranjero de siempre, casi un paria sin destino.
(…)
Chuleta – Allí
te lo dejo. Ya debe estar por salir. Allí está su ficha técnica donde consta
que es un enfermo de exilio.
Baby – ¿Cómo se me ve? Siento como si
estuviera nuevo. ¿Tiene un espejo? ¿Qué tal me veo? ¿Verdad que ni siquiera estoy
parecido?
Hobbie –
No lo sé, no lo he visto anteriormente.
Baby –
Estoy muy cambiado. Ni siquiera me reconozco a mí mismo.
Hobbie –
He sabido que usted simplemente no existe y que padece una crisis de identidad.
Baby –
¿Cómo que no existo? ¿Y éste que está en el espejo, quién es?
Hobbie –
Un reflejo, supongo.
(…)
Hobbie –
Nada de lo que ve es real para mí.
Baby –
¿Y qué es la realidad?
Hobbie –
Una sombra sin ningún complejo de inferioridad.
(…)
Hobbie – Un farsante, eso es lo que
usted es, un simple farsante.
Baby – ¿Por qué me dice eso? He
seguido las reglas del juego.
Hobbie – Mentiroso, está pretendiendo
pasar por quien no es. Usted se ha disfrazado para seguir viviendo sus
telenovelas.
Baby – Ustedes me han enseñado que
somos el fruto de la idea y yo al imitar al hombre nuevo, no he hecho otra
cosa.
Hobbie – ¡Crápula! Utiliza nuestros
propios argumentos para destruirnos. ¡No sé qué vamos a hacer con usted!
(Golpean
una puerta
y entra la enfermera)
Enfermera – ¿Me necesita, doctor?
Hobbie
–
Sí. ¿De dónde ha salido este individuo? ¿Verdad que no es aquél que entró en la
cámara y que atendió el Dr. Chuleta?
Enfermera – No doctor, el otro salió muy
decidido por la puerta de atrás diciendo que debía cambiar toda su vida y que
estaba muy tocado con la experiencia. Me pidió que lo despidiera del Dr.
Chuleta, y que iba a venir el próximo martes a la hora de costumbre.
(…)
Hobbie – Nada podemos hacer por usted.
Va a ser mejor que se retire. Abandone por favor nuestra Academia, no es
necesario que nos critique o nos injurie ya que hemos querido hacer lo mejor
con usted, para usted mismo, pero de nada ha valido la oscura Cámara del Conocimiento.
(…)
Le
pedimos que olvide todos los detalles, pero de hecho buscará olvidar para
justificarse. Se ha tratado todo de una pesadilla que es mejor no recordar.
Volverá nuevamente a lo que los hindúes llaman maya. (…) Le garantizo, caballero, que usted no morirá jamás
nuevamente, que ha perdido su oportunidad, aunque no se sabe pues el continuo
es indefinido.
Telón.
Fechas: 9 y 16 de mayo de 2015
Hora: 19.00
Lugar: sala González Frías del Centro de Estudios de Simbología de Barcelona, c/Anna Piferrer, 16, escalera D, local
(http://goo.gl/maps/1XtQW)
Acceso también por c/Ca l’Alegre, 6
(http://goo.gl/maps/WyS83)
Metro: L3 Penitents
Precio
de la entrada: 10 € (a
abonar en la taquilla de la sala)
Reserva llamando al tel. 651
633 983