Este nido de golondrinas de formas
redondeadas se ha reunido en el centro del jardín y ha declarado alto y claro
que su función es Eterna y que nada queda fuera de ellas. Es la armada
invencible. Viajando entre generación y regeneración guiada por el viento, por
ese aliento inconmensurable que despierta y entrega la Memoria, que a su vez
otorga la visión para evitar la pérdida en el cambio de estación que deviene,
en el espacio o el tiempo.
Este nido de golondrinas es capaz de afrontar
cualquier tormenta, pues, en realidad, ¡Se alimenta de ellas! El rayo le da la
fuerza para afrontar y el trueno la voz para sacralizar.
Pueden viajar solas, enfrentándose a no
pocas dificultades; corrientes contrarias, climas extremos, depredadores y
parásitos. Al fin y al cabo misma dificultad diferente forma. Pero es volando
juntas cuando se hacen más fuertes, haciendo y deshaciendo siluetas animadas en
la quietud del paisaje. Atravesando océanos, mares y desiertos. Nada se les
resiste porque todo lo conocen.
Y esto es lo que ha vuelto a ocurrir.
Idas y venidas de todas partes se ha dispuesto a recrear la creación. ¡La
cosmogonía perenne bienvenida directamente desde el Logos! ¡Federico González y
la Colegiata han dado a Luz! Las palabras y los gestos han engendrado al Ser. Y
no ha sido el único invitado; traspasando la cortina de brillo de los ojos de
las golondrinas se encuentra esa pupila ígnea y dilatada que se complementa
perfectamente con la Palabra de la Obra. En estas pupilas está todo lo que no
podía ser expresado, el No-Ser. Ejecutando de esta manera la Posibilidad Total.
Esta pupila, aún siendo extremadamente diminuta en relación a la Obra entera
contiene todas las posibilidades, toda la Obra, la Palabra entera. Dejando bien
claro la majestuosidad del No-Ser respecto del Ser y formando, así,
perfectamente, entre los dos, toda Posibilidad Universal.
Federico levanta el cuerno de las ideas y
la Colegiata ejecuta sus cánticos al Amor, la Belleza y la Fuerza. La Sabiduría
y la Inteligencia retumban por todas partes glorificando, ahora y siempre, la
creación entera. Este nido es invencible.
Alberto Pitarch
No hay comentarios:
Publicar un comentario